Curupí, árbol mitológico

 

Cuando visitamos los montes que se forman acompañando los arroyitos y cañadas de la costa, es muy probable que nos encontremos con un árbol que toma su nombre de un monstruo legendario para los guaraníes.

 

«Curupí» en el Jardín Botánico de Montevideo

 

Al «curupí» lo vamos a encontrar principalmente en zonas bajas del monte ribereño o entre pajonales y  bañados incluso cercanos a la costa.

Una de sus principales características es ser lacticífero, esto es típico de la familia de las Euphorbiaceas a la que pertenece.

 

Detalle del látex y glándulas

 

Descripción y taxonomía:

De corteza grisácea, follaje semipersistente y medio ralo, el borde de las hojas es aserrado, ayuda mucho a la identificación el hecho de contar con dos glándulas en la base de la lámina, sobre el pecíolo. Es común encontrar las agallas de distintos insectos en sus ramillas y hojas.  El fruto es una cápsula que se abre en tres valvas para liberar las semillas y se llama tricoco.

 

Detalle del borde aserrado y el ápice de la hoja

 

Frutos maduros cerrados

 

Detalle de las tres valvas del fruto abierto

 

Agallas en ramillas

 

Agallas en hojas

Nombres comunes y usos:

En Uruguay contamos con dos especies del género Sapium, ambos con los mismos nombres comunes: «curupí» «lecherón» «‘árbol de la leche» «pega pega». Estos nombres son gracias al color blanco de su látex y a su uso como pegamento, muchas veces utilizado para la nefasta práctica de cazar pájaros, por lo que aprovecho para expresar la siguiente idea, si te gustan los pájaros y su canto, plantá árboles, arbustos y hierbas nativas en tu jardín, disfrutalos libres y no en jaulas.  Los pájaros con su vuelo nos inspiran la idea de libertad y en cambio nosotros para ellos muchas veces somos la cárcel y el cautiverio. Pocas cosas hay más tristes que los pájaros en jaulas, incluso para muchas especies este comercio significa un riesgo para su conservación.

Según Brussa y Grela, si trazamos una línea imaginaria desde la cuenca del Santa Lucía hasta Rivera, hacia el oeste encontramos a Sapium haematospermum y hacia el este a Sapium glandulosum.

La diferencia más notoria entre ambos, es la forma de la hoja, siendo más larga y finita (lineares) en S. haematospermum y más oblongas y anchas en S. glandulosum.

 

Ramila fructificada de Sapium glandulosum

 

Ramilla fructificada de Sapium haematospermum

 

Un nombre bien puesto:

El nombre «curupí» proviene del ser homónimo de la mitología guaraní.  Según el diccionario, el Kurupí es «el ser mitológico protector de bosques, raptor de mujeres y niños» y si buscamos en la web podemos encontrar más material sobre este monstruo legendario.

Si conocemos el mito podemos imaginar por qué se toma este nombre vernáculo para esta especie, a mi se me ocurren dos posibilidades, la primera y la más obvia, por el látex blanco que ya hemos nombrado; pero también pienso en la característica de ser un ser protector de los bosques y es que esta especie funciona como restauradora de ambientes degradados.

 

Pequeño curupí creciendo en Guazuvirá viejo

 

Gracias a su capacidad para prosperar en suelos erosionados genera el ambiente necesario para que aparezcan otras especies; combinado a esto, genera alimento para gran cantidad de aves e insectos. Además de las agallas que ya mencioné, es planta hospedera de muchos lepidópteros. Se le dice hospedera a las plantas que dan alimento a las orugas (fase larval de las mariposas y polillas)

 

Benteveo en curupí

 

Las fotos no son muy buenas, pero la panzada si!

 

Las aves consumen las valvas abiertas y maduras del fruto y la gelatina donde están las semillas que descartan en vuelo, como describen de forma maravillosa en este artículo.

Estas aves, además de dispersar sus semillas, traen consigo otras especies vegetales que van a poder crecer al abrigo del curupí.

Sin duda un árbol que vale la pena conocer y cultivar. Un árbol lleno de simbolismos para las culturas originarias de estas tierras. Su nombre en guaraní es Kurupika’y y significa árbol mitológico.

 

 

 

 

 

9 comentarios en “Curupí, árbol mitológico

  1. Graciana Goyetche marzo 9, 2019 — 11:10 am

    Qué maravilla Francesca, gracias! Cuando era niña tenía un libro de leyendas indígenas y una era «Las trampas del Curupí». Un ser de los bosques, que tiene los pies al revés…. Cuando viene parece que se va

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    1. Me encanta traer esos recuerdos 💚 Gracias a ti por compartirlos!

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  2. Hola: excelente artículo, me encantó y comparto plenamente que los pájaros deben estar en libertad, y está bueno insistir con ese principio. También me parece super importante difundir que es un árbol que recupera suelos. Gracias y adelante con tus blogs

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    1. Hola Maria, gracias a ti por tu comentario. Hay que insistir totalmente, plantar arboles y no jaulas! Un abrazo grande

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  3. Interesantes especies y post! 👍

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  4. EXCELENTE ARTICULO
    Tengo una plantita de Curupi y no se que tipo de raíces desarrolla ,para saber donde lo planto,
    Gracias
    Sara

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    1. Hola Sara, gracias por tu comentario!
      En nuestro medio es un árbol que llega a medir 8 metros, por lo que es un árbol mas bien pequeño.
      Le gusta la humedad en el suelo, así que hay que plantarlo lejos de cámaras o cañerías. Puede tener alguna raíz superficial, pero no son especialmente agresivas. Le gusta el sol y se adapta muy bien a suelos arenosos. Espero que la respuesta te sea útil! 💚

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  5. Luis Hernández marzo 14, 2021 — 8:43 pm

    Buena propuesta Francesca!
    Espero más aportes y que tu blog siga creciendo y enriqueciendo. Saludos!

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    1. Muchas gracias Luis, aprecio mucho leer tu comentario y me alegra saber que te ha gustado el contenido! Abrazos!

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